Os hablaremos, a continuación, de las bases fisiológicas de la gestación y del parto , así como de los problemas que se pueden derivar, sobre todo durante el parto, para que , como propietarios sepáis cuando y cómo actuar.
Tanto la gata como la perra presentan una gestación de unos 63 días de media. Normalmente transcurrirá sin contratiempo alguno.
Los diagnósticos ecográficos de gestación no se pueden hacer hasta el día 25 , donde ya se empiezan a observar diminutas vesículas embrionarias, que en los próximos días irán experimentando un crecimiento acelerado.
Como decimos lo esperable es que la gestación transcurra sin contratiempos, por lo que nos centraremos en el parto. Un dato importante para estar prevenidos para el parto, es saber cúando se realizó la fecundación. Este hecho no coincide siempre con la monta, pues el semen del macho permanece viable en la vagina hasta 6 días, por lo que se puede producir una fecundación hasta 6 días después de la monta.
Sabiendo esto, se comprenderá que pese a tener un embarazo de entre 60 –65 días no siempre es fácil estimar el momento justo.
Por otro lado, sí podemos estimar con precisión la semana del parto. Esto nos valdrá para estar prevenidos en esos días y empezar a tomar un par de medidas que nos pueden orientar más aún hacia el día concreto del parto.
Recomendamos, que el la semana estimada de alumbramiento se tome la temperatura rectal de la madre un par de veces al día. Generalmente , el día del parto, su temperatura habitual , descenderá entre uno y dos grados. Otro dato que nos puede avisar de que el parto es inminente es la pérdida de apetito y el nerviosismo.
Llegado el momento, lo ideal sería presenciarlo por si se presentan complicaciones. Generalmente paren muy bien y por instinto saben actuar. Pero esto no siempre es así, pues existen razas con problemas congénitos para parir y casos de madres que se ponen nerviosas y desatienden a su prole pudiendo causar su muerte.
Por ello lo ideal sería estar presente y saber los siguientes datos:
Un parto distócico es aquel que se presenta con problemas. Las dos principales complicaciones son: falta de contracciones y contracciones eficaces con cachorros atascados. Ambos son motivos de atención veterinaria.
Falta de contracciones: Ocurre a veces tras el alumbramiento de uno o dos cachorros. Muchas veces se puede solucionar con oxitocina y suero glucosado con calcio. Si esto no surte efecto procederemos a la cesárea. El propietario debe saber que un cese de las contracciones de más de una hora o la tardanza en salir otro cachorro más allá de una hora no es del todo normal. En estos casos conviene ponerse en contacto con el veterinario.
Contracciones fuertes sin alumbramiento: Las contracciones eficaces son fuertes movimientos del abdomen y zona pélvica. No son continuas pero sí tienen una frecuencia alta. Si observamos este tipo de contracciones cerca de una hora, y no ha emergido ningún cachorro, seguramente estaremos ante un cahorro atascado en el canal del parto y habrá que proceder con una cesárea.
Los cachorros suelen nacer dentro de un “saquito” que la madre rompe con los dientes. Si la madre no lo hace deberá hacerlo el propietario, a través de un pellizco con las uñas o con una pinza. Sacaremos al cachorro de su bolsa y se lo daremos a la madre. Esta maniobra es importante , pues de no llevarse a cabo , el cachorro podría asfixiarse.
La madre suele lamer a los cachorros para limpiarlos y estimular su respiración. Esto último es muy importante, y si la madre no lo hace deberemos frotar suavemente al cachorro con un papel o un trapo. Si el cahorro no respirase continuaremos frotando más enérgicamente y nos aseguraremos que las vias respiratorias están limpias.
En el próximo artículo contaremos con la colaboración de José Alvarez, de Mundocan, que nos dará las pautas para conocer los primeros signos de personalidad de un cachorro y así poder realizar la elección más correcta.
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