viernes, 20 de mayo de 2011

Patologías más habituales en el ciclo reproductivo de la hembra



En el anterior artículo se hablaba del celo y de la monta natural e inseminación. En el presente artículo nos pararemos brevemente a describir las principales patologías que pueden presentar las hembras asociadas al celo, o mejor dicho a los cambio hormonales inducidos durante el celo.

Estos cambios hormonales predisponen, principalmente, a dos patologías:
PSEUDOGESTACIÓN o embarazo psicológico:
En realidad, pese a considerarse una patología de base hormonal, casi nunca tendrá graves consecuencias, sobre todo si se toman unas mínimas precauciones. Se suele presentar después del celo y se caracteriza por la producción de leche y un cambio de comportamiento , en ausencia de gestación. Ciertamente es un problema transitorio y leve, pero en algunas perras se presenta con signos muy fuertes, bien sea en la producción de leche o en la alteración del comportamiento.
En caso de hembras con una gran producción de leche se puede producir una fuerte y dolorosa congestión mamaria que pudiera derivar en mastitis si no se tratara. En estos casos, debemos actuar cuanto antes con tratamientos que antagonizan con las hormonas productoras de esa leche. Para ello se dispone , en el mercado , de dos productos: “contralac y galastop”. Su tratamiento normal es durante una semana, aunque hay casos refractarios que requieren más tiempo. Si se hubiera producido una fuerte congestión mamaria, podremos actuar con analgésicos, paños calientes sobre las mamas y ordeño manual durante los primeros dos o tres días.
Como se indicaba anteriormente, algunas hembras también pueden presentar un cambio de comportamiento caracterizado por mayor irascibilidad, incluso agresividad, y apego a objetos inertes
( pelota o juguete), que consideran su camada.
La pseudogestación suele ser una patología repetitiva en las hembras que la padecen. Se observa, en muchos casos, una repetición de la misma, en todos los celos de la hembra. La única solución definitiva es la inactividad ovárica, cosa que se puede conseguir con fármacos hormonales, o mucho más recomendable, a través de la castración.
INFECCIÓN DE ÚTERO (piómetra)
Asociada también al ciclo reproductivo , es una patología muy habitual, tal vez , la patología quirúrgica más frecuente de la perra, aunque bastante menos habitual en la gata.
Se presenta generalmente en hembras mayores, aunque también se puede observar en hembras muy jovencitas.
Es una patología muy grave, pero con pronóstico excelente si se actúa a tiempo.
Es muy frecuente observar los primeros signos al cabo de un mes o dos de pasar el celo. El motivo es porque durante el celo se producen estrógenos y progestágenos. Estas hormonas tienen una acción de aumento de la capacidad secretora de las glándulas del utero, así como una disminución de los sistemas defensivos a nivel uterino. La conjunción de estos dos factores, predispone enormemente a la colonización bacteriana de las glándulas uterinas. Si esto se produce, lo normal es que el cabo de un mes o dos, la cantidad de bacterias alojadas en el útero sea enorme y se manifiesten los primeros síntomas de la enfermedad.

Síntomas:
- Descarga vaginal de muy diverso tipo. Este es el signo que más alarma al propietario, pero desgraciadamente, en algunos casos la enfermedad está instaurada y el útero no produce ninguna descarga externa.
- Beben mucha agua. Es un signo muy característico, presente en casi todos los casos.
- Tristeza e inapetencia. Esto se presenta cuando la enfermedad está bastante evolucionada, por lo que lo ideal sería reconocerla antes.

Tratamiento:

No recomendamos tratamiento antibiótico pues pese a ser una infección, rara vez responderá, pues los antibióticos no llegan bien al útero. En los casos muy leves sí se puede plantear este tratamiento pero sabiendo, que en el próximo celo volverá a desarrolar la enfermedad.
Nuestra recomendación es la cirugía. Quitamos ovarios y útero, con lo que el problema queda resuelto. Aplicando cirugía tiene unos índices de éxito muy altos con una recuperación muy breve.
Sólo en los casos tardíos la enfermedad tiene mal pronóstico, pues la infección puede evolucionar hacia sepsis generalizada, fallo renal, o incluso peritonitis por rotura de útero.

Para más información sobre ésta dolencia y sobre el tratamiento de cirurgía que lleva aparejada, les recomendamos un vistazo al siguiente vídeo:





Por lo tanto debemos recordar los síntomas y saber que operando en el momento adecuado el resultado es excelente.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Reproducción y ciclo reproductivo en la hembra de perro y gato. Fisiología y principales patologías.

EL CICLO REPRODUCTIVO EN LA HEMBRA. FISIOLOGÍA Y PRINCIPALES PATOLOGÍAS

En el presente artículo y en los sucesivos expondremos el ciclo reproductivo de la perra y gata , pasando por el celo ,el embarazo , el parto y la lactación. Daremos las nociones básicas fisiológicas que acompañan a dichos procesos , así como las principales patologías y su forma de actuar.


EL CELO

Realmente las diferencias entre la especie felina y canina se encuentran aquí, en el celo, pues gestación , parto y lactación, así como sus patologías son casi idénticas.

Al respecto del celo debemos conocer que la edad de aparición se sitúa entre los 6 meses y el año de vida, en ambas especies. Antes de avanzar el el ciclo sexual, debemos hacer saber que en hembras que se castran antes de este primer celo, está demostrado la disminución de la patología mamaria ,así como en control definitivo de la patología uterina y ovárica. Es por ello que nos gustaría dejar muy claro el beneficio que supone esta intervención antes del primer celo, para aquellas personas que tiene decidido que su perrita o gatita no va a reproducirse nunca.

Continuando con el tema del celo, dejaremos clara las diferencias entre perra y gata:

• La perra por lo general presenta un celo cada 6 meses, aproximadamente, y sus signos son hinchazón de vulva, sangrado y por supuesto atracción de los machos. Normalmente sangran más abundantemente durante unos 9 o 10 días, fase que se conoce como proestro, y en la que pese a observar los signos anteriormente descritos, la perra no ovula ni acepta al macho.

Pasados estos días se inicia la fase de estro , que durará una media de 5 días y que es donde la perra ovula y es receptiva al macho. Este es el momento donde deberemos actuar con las montas o inseminaciones, como veremos con más detalle , más adelante .

Si se produce la fecundación se iniciará el periodo del embarazo que durará entre 60-65 días y que revisaremos en un siguiente artículo. En caso de no producirse la fecundación , la perra entrará en una fase de inactividad ovárica que normalmente durará 5 o 6 meses. En este periodo hay patologías que pueden desarrollarse , como son las pseudogestaciones (embarazos psicológicos) y habitualmente en hembras de edad avanzada, las infecciones de útero (piómetras)




• La gata, presenta unas diferencias significativas en el celo, no así en el embarazo ni en las patologías sexuales.
Esta especie presenta unos celos donde la vulva apenas aumenta de tamaño y el sangrado no es una característica de su ciclo sexual. Por el contrario, una peculiaridad suya es el enorme cambio de comportamiento que experimentan. Generalmente maúllan de forma insistente, a veces insoportable, motivo este por el que muchos propietarios deciden castrarlas ( en algunos casos nos solicitan la intervención con premura). El tiempo que la gata presentará el celo no es tan definido como la perra. Puede presentar esos signos durante una semana, luego descansar unos días , y volver a las andadas, en ocasiones durante un mes .
Otra diferencia respecto a la perra es que la gata es de ovulación inducida, esto es, que sus óvulos no se liberarán hasta que el macho la monte. Necesita el coito para su ovulación . En realidad, en el momento en que fuera montada, los signos de celo desaparecerían. Si esto fuera así, presentaría una gestación similar a la de la perra. De no ser montada, como hemos dicho, los signos de celo pueden durar desde unos pocos días hasta más de un mes.


Una vez conocido el proceso del celo de perra y gata, hablaremos de la fecundación natural y artificial y dejaremos para el próximo artículo la descripción de las patologías reproductivas así como los signos que todo propietario debe conocer para actuar a tiempo y con éxito en su resolución.

MONTA NATURAL

Siempre que queramos tener cachorrillos deberemos recurrir , en primera instancia a la monta natural, salvo en determinadas razas, donde es muy habitual que por su condición física, este proceso no se puede llevar a cabo con facilidad. El caso más habitual es el de los bulldog ingleses. Esta raza tiene enormes dificultades en realizar una monta natural, por lo que se suele recurrir a la inseminación.
Como decimos, la mayoría de las razas no presentan dificultad alguna en la monta natural y tienen índices de fecundación cercanos al 100 %. Sólo deberemos conocer el ciclo ovárico para exponer a macho y hembra en el momento adecuado. Como ya indicamos anteriormente, en el caso de la gata, se produce una ovulación inducida por el coito, por lo que no tendremos que esperar a ningún día " clave". Esto es, en el momento que la gata presenta los tan evidentes signos de celo, ya procreemos juntarla con el macho. que con la penetración inducirá la ovulación de la hembra.
En el caso de la perra, sí debemos tener unas precauciones especiales para acertar con la monta en el momento de la ovulación. Como ya se explicó anteriormente, la perra pasará unos 10 días sangrando y atrayendo al macho, pero sin ovular y sin ser receptiva. Si exponemos a macho y hembra en este momento, no conseguiremos la monta y por el contrario obtendremos el agotamiento físico del macho y en algunos casos se podrían inducir peleas por el hostigamiento del macho sin la receptividad de la hembra. Por lo tanto, conociendo el ciclo de la perra, lo más sensato es exponerlos tras los 10 primeros días, bien sea de forma continuada o cada 48 horas en tres ocasiones.
Una forma de saber el día más apropiado para la monta es la realización de un test de progesterona en sangre. Esta prueba nos dirá si la ovulación se ha producido o quedan aún algunos días para ello. Esta prueba normalmente se reserva para criadores que pretenden realizar una monta o inseminación con un animal muy concreto, para lo cual tienen que desplazarse , en ocasiones muchos kilómetros.
Una forma ,poco rigurosa pero generalmente eficaz, de saber si la perra está a punto de ovular es observar su comportamiento ante el macho. Si desplaza la cola hacia un lado y se deja montar, la ovulación es inminente, generalmente. Por el contrario, si no ladea la cola y se muestra reticente, no suele tener cerca la ovulación. Esto no lo podemos tomar como una norma infalible, pues hay hembra en proceso de ovulación que rechazan al macho por "falta de atracción". (Sí, sí, en el mundo de los perros, también tienen la hembras la última palabra).

INSEMINACIÓN

La reservamos para razas "torpes", que no pueden realizar la monta natural (principalmente bulldog inglés), y para aquellos casos en los que la hembra no acepta al macho por miedo o por incompatibilidad , pues aunque parezca mentira, esto ocurre con bastante frecuencia. ( Los propietarios se empeñan en un magnífico ejemplar de gran pedigree y a la perrita sólo le gusta el chuchito del vecino). La inseminación también es frecuente realizarla en hembras con alguna lesión que no soportan el peso del macho, o en casos de machos "torpes", normalmente jóvenes que no aciertan por más que lo intentan.
En cualquier caso, las medidas que tomamos son las mismas que para la monta natural. Normalmente citamos a los clientes a los 10 días de empezar con el celo, momento en el que hacemos una citología vaginal. Mirando al microscopio las células vaginales nos hacemos una idea de la cercanía de la ovulación. Si lo estimamos conveniente realizaremos la primera inseminación. Obtendremos el semen del macho por masturbación, paro lo cual , además de la estimulación manual, hay que saber poner el pene del macho de una forma concreta, que asemeja a la monta natural, para obtener la mayor cantidad de semen. Observaremos el eyaculado al microscopio para saber si los espermatozoides son válidos. Suponiendo que así sea, procederemos a la aplicación de todo el semen recogido , sobre la hembra a través de una sonda de inseminación.
Este procedimiento, solemos repetirlo dos veces más en días sucedimos o alternos en función de las células vaginales observadas al microscopio. La inseminación según este protocolo tiene un éxito de un 80-90%.
Para casos muy concretos, donde solo se hará una inseminación, o se pretende realizar un viaje a distancia para ello, recurriremos a los test de progesterona, pues nos dicen más exactamente el día de ovulación.